Investigación apreciativa de tu valor
Tenemos una noción inmediata de quien somos que, más allá de la información directa que nos afecta a través de nuestros sentidos y emociones, es interpretativa mediada por el lenguaje (pensamiento). Por tanto el hecho lingüístico en sí mismo ya incluye un limitador de la realidad que hacemos consciente en tanto que las palabras no agotan la totalidad de nuestra experiencia. Una experiencia no puede ser descrita completamente sin poder añadir siempre alguna aportación adicional.
Nuestra expectativa dirige también el foco de nuestra atención y suele ingeniárselas para detectar aquello que busca mientras que tamiza lo que queda fuera de esta área, lo deja en un segundo plano de consideración o directamente no lo ve. Es importante tener esto presente puesto que si somos observadores de nuestras vivencias, podemos caer en cuenta de si nuestro foco lo estamos dirigiendo a aspectos más o menos favorables a asegurarnos personalmente.
Muchas veces damos demasiado peso a los resultados obtenidos, por encima de las capacidades puestas en juego, las potencialidades ejercidas para afrontar cualquier situación.
Un inconveniente que es determinante para valorarnos en lo que somos, ni más ni menos, sin distorsiones, es el diferencial de la comparativa entre nuestro yo ideal y real.
Con todas las componentes mencionadas es probable que en determinadas etapas, incluso debido a la personalidad que hemos desarrollado busquemos en nuestro entorno social apoyos que nos den medida de nuestro valor.
Dudamos de nuestros recursos y juicio personal, tomamos la parte por el todo. Aquel error o fracaso en alguna situación lo sobredimensionamos y contamina otros ámbitos de competencia.
Tomamos como criterio los resultados anteriores sin analizar a conciencia la pertinencia de los métodos, otros factores como la necesaria integración de conceptos, la habilidad (práctica), entre otros.
Un indicador propio de cómo nos percibimos a nosotros mismos es la cualidad de nuestra receptividad a las cosas positivas que tenemos en la vida, el grado de merecimiento que íntimamente creemos tener de lo que disfrutamos.
¿Cómo convertir toda esta información en sabiduría sobre la que afianzar los objetivos personales que queremos conseguir? ¿Cómo emplear todas estas maneras de hacer bien orientadas para cambiar la valencia de mi autoestima?
PRÓXIMO EVENTO:
Un buen nivel de autoestima es esencial para afrontar retos profesionales con contrapartida económica. Nuestra autoconfianza, aprecio de valor personal y merecimiento va más allá de nuestras capacidades conscientes y experiencia profesional. Para facilitar la comprensión de la relación vinculante que en nuestra sociedad tienes con el dinero, te propongo…
26/11/2016 DINERO&MUJERES Saborea el Momento Aquí-y-Ahora